INTRODUCCIÓN

La casa de Bernarda Alba es una obra teatral en tres actos del escritor Federico García Lorca, escrita posiblemente en 1936.

La obra cuenta la historia de Bernarda Alba que, tras haber enviudado por segunda vez a los 60 años, decide vivir los próximos ocho años en el más riguroso luto. Quizá el rasgo más destacable sea su fanatismo religioso. Con ella viven cinco hijas: Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela.

Sin personajes masculinos en escena. El apellido de las mujeres de la obra es simbólico y significa castidad.

jueves, 4 de noviembre de 2010

PRINCIPAL DE LA CASA DE BERNARDA ALBA


La Casa de Bernarda Alba La casa de Bernarda Alba fue escrita en la primavera de 1936, al parecer en pocos días. Fue la última obra de Lorca, ya que poco después vino su muerte. Vino luego la guerra,..La obra se subtitula "drama de mujeres en los pueblos de España". ¿Por qué drama y no tragedia? Para Lorca la tragedia comportaba elementos míticos que aquí estuvieron decididamente ausentes. El realismo del lenguaje y ciertas expresiones que cabría llamar "cómicas" (en boca de Poncia, por ejemplo) serían también rasgos propios del drama. Sin embargo, por la esencial impresión de necesidad de la catástrofe, de lo inexorable de la frustración, hablaríamos de tragedia. También es cierto que la obra tiene facetas del drama rural pero no es menos cierto que Lorca trasciende ese género preciso por muchos aspectos y se alza a un nivel incalculablemente superior. Los estudios de Lorca han encontrado acentos shakespearianos, calderonianos, ... La génesis de la obra tuvo su punto de partida en figuras reales: una tal Frasquita Alba y sus hijas, cuya casa era colindante de la que tenían los Lorca en Valderrubio (Granada). Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión. Se trata de la exageración de una costumbre real, de una tradición llevada a extremos increíbles. Pero esa misma exageración, ese exceso sitúa la obra en el plano de lo legendario, de lo simbólico, del mito. En esa situación extrema (situación límite) los conflictos, las fuerzas, las pasiones se agrandarán, se desarrollarán hasta la exasperación. Catalizador de las fuerzas encerradas en la casa será la figura de Pepe el Romano, pretendiente o novio de Angustias, hija mayor y heredera, pero atraído por la juventud y belleza de Adela, la menor, y amado, a su vez, por Martirio. Tal es la situación de la que arranca Lorca para dar cuerpo dramático a su temática más personal y profunda. Podría hablarse de rebeldía contra represión, de naturaleza contra tradición,... Frente al autoritarismo y la represión representada por Bernarda Alba, las hijas encarnarán una gama de actitudes que van de la más pasiva sumisión, frustrante, a la rebeldía más abierta, imposible. En suma, nos hallamos pues, ante una, al parecer frustración irreparable. Las raíces de la frustración se pueden situar en un plano social con un fuerte componente moral, lo cual conduciría a señalar una serie de temas conexos con la temática central: la moral tradicional y la presión social sobre los individuos; las diferencias sociales, con lo que llamaremos el orgullo de casta; y, en fin, la condición de la mujer en la sociedad española de la época. Cabría señalar los distintos temas: el tema del "¿qué dirán?" y las apariencias. El honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, la muerte y el luto, al igual que la consiguiente reclusión frente al ansia amorosa simbolizada por Pepe el Romano, también son temas importantes del drama. Contrasta también el enfrentamiento entre autoridad y libertad y la rebeldía contra la represión. Se oponen el autoritarismo y la represión a la que Bernarda somete a sus hijas frente a su sumisión o rebeldía. Otros temas son la frustración irreparable (social) y la moral tradicional y la presión social sobre los individuos, al igual que las diferencias sociales entre mujeres y hombres. La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrada. Es el mundo del luto, del silencio, de la ocultación, en fin, un espacio propicio para situaciones límite. Este lugar, comparado a lo largo de la obra con un "convento", un "presidio", un "infierno" transmite una atmósfera sofocante. Parece faltar el aire, el agua en este mundo que pone barreras a las fuerzas de la vida, "en el que se respira la muerte" Se opone totalmente al interior de la casa y la represión a la que las hijas son sometidas, el mundo exterior; de él llegan ecos de pasiones elementales o de un erotismo desatado. Este mundo exterior está regido por convenciones: "qué dirán". El pueblo en el que tiene lugar la acción es considerado como un mal pueblo por tener pozos en lugar de río. En este caso el río simboliza la fuerza vital, el erotismo, mientras el pozo indica claramente la muerte. Se puede observar claramente la maestría del diálogo, que se caracteriza por su fluidez, el nervio y la intensidad. Predominan las réplicas cortas y rápidas y a menudo llama la atención su sentenciosidad. Se unen realidad y poesía. El lenguaje lorquiano tiene además un intenso sabor popular. Se debe mencionar también la dimensión poética del diálogo, cargado de simbolismo: imágenes y comparaciones. Se aprecian tres partes distintas en la obra. Primero aparece una exposición de la situación, una localización espacio - temporal y una presentación de los personajes. El momento cumbre es cuando se desvela que Adela y Pepe habían mantenido una relación. La última parte, el desenlace, tiene un final trágico, el suicidio de Adela al creer ésta que su madre ha matado a su amado Pepe.


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